martes, 9 de mayo de 2017

Alimentación ecológica: vuelta a los orígenes

Las posibilidades de desarrollo del mercado de la alimentación ecológica parece aumentar a medida que se saturan los mercados agroalimentarios y la ciudadanía toma conciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente y mejorar los hábitos alimenticios.
Algunas investigaciones, hablan del poco interés de los españoles por la alimentación ecológica, que tiene aún las dificultades comerciales de los nuevos productos. A pesar de ello, en el mercado mundial los productos ecológicos se situaron en 1.018 millones de euros en 2013.
Según los últimos datos del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, este tipo de productos se distribuye, principalmente en comercios especializados como son las tiendas ecológicas o herbolarios (45%) y en mercados comunes, es decir, supermercados o hipermercados (36%), otros formatos como la venta directa, el autoconsumo o los mercadillos representan un 19% del volumen de distribución de productos de alimentación ecológicos.
Un 40% de estos productos son hortalizas, frutas, legumbres y frutos secos, un 12% es aceite ecológico, un 8% vino, la carne y sus derivados son un 7% del consumo y la panadería un 5%, mientras que el 28% restante son otro tipo de productos de alimentación.
Se trata de un mercado emergente y sensible al  precio por las “amplias diferencias” con los productos convencionales aunque la crisis económica y la sobreproducción son, para el ministerio, los motivos por los cuales los precios experimentan una “tendencia a la baja”.
Un estudio de la empresa de investigaciones GFK perfila al consumidor de productos ecológicos como mujeres u hombres con una edad media de 44 años, de clase media-alta que prefiere consumir productos locales, de comercio justo y no da relevancia a las marcas. El principal motivo por el que se consumen estos productos orgánicos es para mejorar la salud y evitar los pesticidas y fertilizantes químicos. A pesar de estas inquietudes, en España, sólo se destina  20 euros al año, un 2% del consumo general.
Los grandes grupos de la alimentación se han hecho eco del aumento de la demanda y han respondido con gamas de productos permanentes promocionadas a través de estrategias de información a sus clientes potenciales y campañas de imagen en tiendas. De esta forma, consiguen atraer tanto al consumidor dispuesto a probar nuevos productos de una marca que conoce como al consumidor de alimentos orgánicos que no tiene tiempo de acudir a tiendas especializadas o mercados.
El mensaje publicitario de este tipo de productos se centra en dejar clara su diferenciación en relación a los alimentos no ecológicos haciendo hincapié en características como la frescura, la mayor calidad, ética y tradición.
Especialmente la agricultura ecológica permite un desarrollo territorial y de los manejos agrarios que promueve la actividad de los mercados locales y el consumo de productos frescos y de temporada. Por lo tanto, se trata de una vía para intentar mejorar el impacto medioambiental de la agricultura común a la vez que se cambian los hábitos y se recupera la dieta mediterránea característica de España, basada en el producto fresco local.

No hay comentarios:

Publicar un comentario